Writer’s block. Cómo lo detesto. Verán, el síndrome de la página en blanco nos puede joder la vida a más de uno. Nunca se sabe cuánto tiempo durará. Lo único cierto es que existe, y le puede tocar al más pintado. Para sobrellevarlo, hay que tener un temple de acero, ser algo suicida y algo masoquista. Porque escribir se convierte en una necesidad cuasi-fisiológica, el escritor que no escribe permanece en uno de los peores estreñimientos posibles: el creativo. No hay Ex-Lax que valga. No escribes porque no escribes porque no escribes; porque no escribes.
Es una jodienda y media. Leer Más